Seguro más de una vez te ha pasado de tomar una fotografía y que ésta tenga tonalidades azules o amarillentas, ¿verdad?. Pues déjame decirte que no, no eres daltónico, simplemente no estás teniendo en cuenta la iluminación y la temperatura de color al momento de tomar tu fotografía, así que hoy te contaré qué es y cómo utilizarla de manera exitosa.
¿Qué es la temperatura de color?
La temperatura de color es algo de lo que tomas conciencia en el momento en el que te adentras en el mundo de la fotografía o el cine. Todos somos capaces de intuir que hay diferentes tonalidades en las luces, sobre todo en las que son muy marcadas como puede ser la luz cálida de los amaneceres y atardeceres, por ejemplo.
Nuestra visión se adapta continuamente y corrige esas tonalidades que tienen las diferentes luces que nos rodean, sin apenas darnos cuenta de ello. Si hay algo blanco, nuestro cerebro nos dice que es blanco y lo percibimos como blanco, aunque este pueda estar reflejando una luz de una tonalidad distinta.
Los sensores de las cámaras, que son los encargados de recibir toda la información de la luz al momento de procesar la fotografía dentro de la cámara, no son capaces de corregir por sí solos los colores de las diferentes luces. Es por eso que, aunque muchas veces tú veas la imagen con un tono blanco y unos colores adecuados, los sensores responden con una imagen con una «dominante» de luz que no siempre es de tu agrado, como se ve a continuación:
¿Qué es entonces la temperatura de color?
La temperatura de color es la tonalidad que tienen las diferentes fuentes de luz. Aunque no lo percibas a simple vista, las diferentes luces contienen diferentes tonalidades (colores).
Si observas las siguientes tres imágenes debajo, podrás ver tres tipos de temperaturas de color. La primera es neutra, la segunda es balanceada hacia los tonos fríos (azules), y la tercera hacia los tonos cálidos (amarillos o naranjas).
Los tonos cálidos de la luz corresponden a amaneceres y atardeceres y a la mayoría de luces de interior. En cambio, las luces más frías corresponden a sombras, días nublados, pantallas LCD o la conocida «hora azul».
¿Qué hacer con la temperatura de color?
La manera que tienen las cámaras de compensar esas tonalidades dominantes de los diferentes tipos de luz es el «Balance de blancos» y lo que hace es compensar la tonalidad de la luz que recibe, añadiéndole su contrario; del mismo modo que si te has preparado un té y ha quedado muy caliente, le añadirías agua fría, y si por el contrario estuviera muy frío, le añadirías agua caliente.
El balance de blancos hace lo mismo para conseguir una luz neutra. Si la luz de la escena es fría, le añade calidez. Si es cálida, le añade frío.
Es por eso que antes de empezar a fotografiar y si eres principiante, te aconsejo que configures el balance de blancos (que es un botón con las siglas «WB» en la parte trasera de tu cámara), en automático. Si eres un fotógrafo algo más avanzado, puedes configurar tu cámara para fotografiar en formato RAW más que en JPG, ya que la cámara no realiza ningún ajuste o compresión sobre ese archivo, es el archivo en «crudo», para que luego tú puedas revelar y post-procesar la fotografía con los ajustes que tu quieras, sin perder información de detalle en los colores de ella.
No está de más contarte que, si tu fotografía ha salido con tonalidades que no deseas, puedes corregirlas en cualquier programa o app de edición de fotografías y darle una tonalidad neutra (o no, quizás te ha gustado la tonalidad que ha tenido y deseas dejarla como está, recuerda que no hay nada que sea «malo o bueno» en materia fotográfica y va con el gusto de cada uno). Debajo te dejo ejemplos de fotografías con tonalidades cálidas y otras frías para que puedas ver por ti mismo lo que te he enseñado el día de hoy:
Fotografías con tonalidades azules (frías):
Fotografías con tonalidades anaranjadas o amarillentas (cálidas):
Para finalizar
La temperatura de color puede ser una gran aliada en tus imágenes siempre que sepas jugar con ella, cómo corregirla (y cómo no hacerlo). Puede ayudarte a potenciar tu creatividad o lograr que consigas imágenes correctamente balanceadas en sus tonalidades, todo depende de lo que tú quieras hacer.
Te invito a practicar con luces que generen un solo determinado tipo de luz (cálidas o frías), para que veas cómo corregirlas o enfatizarlas de forma sencilla. Luego puedes probar con varias fuentes de luz de diferente tipo, como por ejemplo la hora azul en zonas céntricas, donde el cielo es azul pero a la vez tienes las luces cálidas de las calles encendidas.
¡Espero que la nota de hoy te haya sido útil y que te animes a practicar con la temperatura de color en tus fotos! Estaré leyendo tus comentarios para saber qué te gustaría aprender y darte mis mejores consejos fotográficos. Recuerda que puedes seguirme en mis redes sociales Facebook, Pinterest e Instagram para que estemos siempre en contacto.
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