¿Alguna vez viste fotografías de insectos donde puedes ver hasta el más mínimo detalle y textura de su cuerpo? Si la respuesta es si, bienvenido al maravilloso mundo de la fotografía macro, donde los pequeños objetos se magnifican para demostrar sus grandes cualidades desconocidas por el ojo corriente.
Este tipo de fotografía no es únicamente hermosa e impactante, también es singularmente costosa, sobre todo para el aficionado. Un buen objetivo macro puede costar varios cientos de euros, sin contar accesorios adicionales. Afortunadamente, existe una alternativa menos costosa para comenzar a dar los primeros pasos en este tipo de fotografía.
Una de las maneras más económicas de introducirse en la fotografía macro es el uso de las lentes o filtros de aproximación (en inglés, close-up lens/filters). Las lentes de aproximación son un tipo de filtro que, acoplado en la punta de nuestro objetivo, actúan a modo de lupa ampliando la imagen resultante y permitiendo que nuestra cámara enfoque a menor distancia.
Así, mientras mayor sea el aumento del filtro, más cerca del objeto te permitirá enfocar con tu cámara. Pero no te confundas, no hay nada que se esté filtrando, el filtro de aproximación es simplemente un cristal de aumento (una lupa).
Podríamos incluso considerar a estos filtros como lentes adicionales, puesto que convierten nuestro lente existente en otro más apropiado para la fotografía macro, y por un costo poco significativo.
Ventajas de los filtros de aproximación
- Su gran facilidad de uso.Tan solo hay que acoplarlo al objetivo, y listo.
- Puesto que va sobre el propio objetivo, no es necesario desmontar o sustituir el objetivo.
- No reduce la cantidad de luz que llega al sensor de la cámara, con lo que no es necesario realizar exposiciones más largas para poder hacerlas fotos.
- Su peso y su volumen es mínimo, por lo que puede ir siempre en nuestra bolsa.
- Claro, un costo súper bajo.
Desventajas de los filtros de aproximación
- Para obtener una buena nitidez es necesario cerrar mucho el diafragma.
- A determinadas dioptrías solo el centro de la imagen presenta nitidez.
- La calidad no es la misma que un objetivo macro profesional construido especialmente para esta disciplina.
Tres consideraciones antes de comprar un filtro de aproximación
Lo primero, como cualquier filtro de rosca, es el diámetro del objetivo al que se le va a acoplar. Debe tener el mismo diámetro que tu objetivo. Tamaños comunes son 52, 55 y 58mm.
Lo segundo son las dioptrías o aumentos. A mayor valor, más aumento, pero también más distorsión. Los filtros de aproximación vienen en diferentes niveles de potencia, medidos en dioptrías (+1, +2, +4, +10, etc.). Cuanto mayor sea la dioptría, más cerca podrás enfocar. Estos filtros también pueden apilarse para aumentar el efecto, aunque esto puede afectar la calidad de la imagen.
Y lo tercero, la calidad. Sin duda, utilizar estos filtros no proporcionará la misma calidad que un objetivo macro, por eso mejor asegúrate que el fabricante tenga cierto prestigio para garantizar la calidad de los cristales (elige filtros construidos de metal y vidrio, nunca plástico). Hoya y Polaroid suelen ofrecer buenos filtros a menor costo que marcas oficiales de cámaras.
En resumen, los filtros de aproximación son una excelente herramienta para principiantes o fotógrafos que desean experimentar con la fotografía macro sin invertir en un objetivo macro costoso. Son fáciles de usar, portátiles, y una forma económica de acercarse al mundo de los pequeños detalles.
Y tú, ¿has usado este tipo de filtros? Comparte con todos tu opinión y experiencia debajo…
buen consejo, se agradece.