En la lección de hoy quiero que des un paso adelante en fotografía, es por eso que te propongo algunos ejercicios simples, en los cuales te recordaré cómo debes implementar ciertas técnicas ya conocidas para lograr resultados asombrosos. Estos ejercicios específicos los encontrarás en mi Libro de Práctica Fotográfica junto con ejemplos prácticos para aprender fotografía de manera sencilla, dicho esto: ¡Comencemos!
Comencemos con la velocidad de obturación, una de las claves para que logres una correcta exposición en tus capturas. Como ya sabes, ésta te permitirá regular la entrada de luz según el intervalo de tiempo que selecciones, pudiendo jugar con valores expresados en fracciones de segundo (1/2 medio segundo – 1/4 un cuarto de segundo – y cada vez menos tiempo). Si la velocidad de obturación es muy larga, 5 segundo por ejemplo, estaremos capturando todo lo que suceda en la escena durante ese tiempo, entonces es importante que tengas en cuenta el no abusar de este recurso abriendo el obturador por mucho tiempo ya que el resultado que obtendrás, seguramente, sea una foto borroneada y poco nítida debido al propio movimiento de nuestro cuerpo (al respirar y de pulso).
Ejercicio: dos fotografías iguales pero con velocidades diferentes
Como puedes ver en el ejemplo, la velocidad de obturación determina el grado de movimiento que podrás captar con tu cámara. Si deseas congelar un objeto en movimiento, deberás utilizar velocidades altas. En cambio, si lo que deseas es dar una sensación de movimiento, deberás utilizar velocidades bajas.
Otro aspecto fundamental de la fotografía para lograr una exposición adecuada es la apertura del diafragma, determinada con la letra F, utilizando valores como por ejemplo f/2.8 – f/4 – f/5.6 y así hasta llegar al f/32, siendo el f/2.8 la mayor apertura y f/32 la menor.
Ejercicio: dos fotografías del mismo objeto pero con aperturas diferentes
Para que puedas obtener una iluminación equilibrada deberás ajustar la velocidad y el ISO de manera diferente para cada toma. Colocar tu cámara en modo Prioridad a la Apertura será una opción sencilla, ya que los valores se ajustarán de manera automática mientras tú te ocupas solamente de la apertura.
Ponte en la siguiente situación… Un fondo por detrás muy oscuro y debes priorizar la exposición del sujeto principal (el cual se encuentra por delante), ¿Qué harías en dicha situación?. Pues bien, en este caso sería imposible que logres una buena exposición en toda la escena. Debes priorizar y definir qué es lo más importante a exponer, y centrarte en eso. En este caso, sería de mucha utilidad cambiar a un modo de medición puntual. Antes de disparar, siempre debes pensar cuál es el modo de medición fotográfica que más te conviene, sobre todo si te encuentras disparando en escenarios que difieren de los ya conocidos.
Modos de medición
Puntual: La cámara mide la cantidad de luz que incide en una región muy pequeña del sensor, realizando únicamente la medición de la luz sobre esa zona y descartando cualquier valor de luz del resto del sensor.
Ponderado al centro: Aquí la cámara equilibra un poco más los valores de medición dando mucho más peso a la luz que mide en el centro, pero teniendo en cuenta también los valores de la zona externa a superficie más interior.
Matricial: finalmente, en el modo matricial la cámara efectúa una medición general de la escena y te proporciona unos valores basados en la media luz recibida. En el 90% de las situaciones es el sistema que mejor funciona, y probablemente sea el ajuste que traiga tu cámara por defecto.
Ejercicio: Dispara a objetos en contraluz durante el anochecer o atardecer
Ejercicio: Dispara intentando exponer un objeto con diferentes modos de medición
En síntesis, el modo de medición determinará cómo la cámara realizará la lectura y cálculo de la iluminación en la escena. Luego, te indicará que tan cerca estás de lograr una exposición adecuada mediante el exposímetro.
¿Te acuerdas de la regla de los tercios?, esa guía fundamental que te sirve para componer fotografías y te proponer que, el encuadre, debe dividirse trazando dos líneas verticales y dos líneas horizontales en los puntos de las intersecciones ya que ahí yacen los puntos fuertes de la imagen. Esta regla es muy fácil de usar y a menudo un buen punto de partida para tomar fotografías que no requieren una gran elaboración, en las cuales lograremos resultados asombrosos. Los puntos fuertes de la fotografía los encontrarás donde se cruzan las líneas, creando así una mayor tensión y resultado en una composición más interesante.
¡Anímate a ponerlo en práctica!
Ejercicio: realiza tomas siempre pensando en la regla de los tercios
¿Qué te ha parecido la ayuda memoria?. Estas reglas y recursos fotográficos son de suma importancia para que logres resultados espectaculares, pero eso no será lo único, también estarás más informado y armado de herramientas que te ayudarán día a día a saber qué hacer en cada momento determinado para cada toma en concreto. Estos ejemplos y más ejercicios los encontrarás en mi Libro de Práctica Fotográfica, una manera de aprender fotografía de forma sencilla… ¿Qué esperas para obtenerlo? ¡Te leo en los comentarios!
Me gusto el recordatorio muy buenos consejos, nos enseña mucho. Siga adelante éxitos saludos desde Ecuador