Si ya estás familiarizado con la exposición en Fotografía y ya dominas los principios básicos (Apertura de Diafragma, Velocidad de Obturación y valores ISO), pero no sabes muy bien qué es el histograma de tu cámara y para qué sirve, este artículo es para ti, pues te enseñaré a leer e interpretar el histograma en fotografía.
Y si sientes que aún no dominas del todo los principios básicos de fotografía, ¡Pues no te preocupes! Aquí hay fotografía para todos, puedes leer éste artículo donde explico algunas cuestiones fotográficas básicas para que puedas comenzar con el pie derecho.
¿Qué es el histograma en fotografía y para qué sirve?
El histograma en fotografía es una representación gráfica que refleja la cantidad de pixeles en una imagen, los cuales tienen una determinada luminosidad. Se trata de una herramienta sencilla y muy útil para conseguir un nivel de exposición adecuado en tus fotografías. En este artículo te contaré cómo interpretarlo de forma correcta y de qué manera usarlo a tu favor para conseguir mejorar tus fotografías.
En la siguiente imagen te muestro un diagrama de barras que representa la distribución de pixeles de una imagen en base a su luminosidad:
El histograma representa, en el eje horizontal, la distribución de las sombras, de los tonos medios y de las luces (de izquierda a derecha), y, en el eje vertical, el número de pixeles de la imagen que tienen tal luminosidad.
De este modo, la superficie de cada una de las barras que forman el histograma refleja la mayor o menor frecuencia de pixeles de la imagen que tienen cada valor de luminosidad.
Podría afirmar entonces que el histograma en fotografía es el elemento que le traduce al fotógrafo las características de la exposición de la foto. Y como verás a continuación, no se trata de una traducción cualquiera, sino que es la herramienta más fiel con la que contarás a la hora de lograr una correcta exposición en tus fotografías.
¿Para qué sirve el histograma?
Cuando uno empieza fotografía digital, piensa que para saber si ha hecho bien una foto le basta con disparar y echar un vistazo a la misma en la pantalla trasera de la cámara. Si la imagen final es más o menos correcta, irás a por otra escena que retratar. Si no, tratarás de corregir un poco la exposición con la apertura, la velocidad y/o la sensibilidad ISO, dispararás algunas veces más y volverás a comprobar si la imagen te parece buena.
Sin embargo, la representación que hace tu cámara de la foto puede no coincidir fielmente con la que verás en el ordenador luego, ya que puede suceder que tu monitor no esté correctamente calibrado. Además no es lo mismo ver tu fotografía en la pantalla de tu cámara que es pequeña, que verla en el monitor de tu ordenador.
Es por eso que tu gran aliado a la hora de corregir eso será mirar el histograma e interpretarlo. El histograma nunca miente, si te muestra una distribución es que es esa la distribución correcta que siguen los pixeles de la imagen que has tomado. Además, la representación del histograma se puede ver de forma adecuada en la pantalla de tu cámara y te proporcionará información mucho más fiable sobre la foto que la que puedas interpretar al ver la fotografía recién tomada en la pantalla de tu cámara.
Si tienes en tu cámara un botón que ponga el «Display» de las fotografías que has tomado, probablemente la forma de ver el histograma sea pulsando varias veces este botón para que muestre las distintas modalidades de visualización de tus fotos. En otras cámaras puede ser con el botón «Play», o pulsando el cursor hacia arriba, como en algunos modelos de la serie D de Nikon por ejemplo.
Descifrando el histograma
En el momento que uno adquiere cierta experiencia en el uso y visualización del histograma, es capaz de identificar los «problemas» o características que tiene una fotografía, en lo que respecta a exposición, con sólo apreciar durante unos segundos su histograma. Sin necesidad de ver siquiera la fotografía.
A continuación te comparto una serie de histogramas junto con fotografías de ejemplo para que vayas familiarizándote:
Fotografía Subexpuesta. La sub-exposición puede detectarse en el histograma si se aprecia que la distribución de barras se sitúa a la izquierda de la gráfica, habiendo una total ausencia de luces en la imagen. En estas fotografías se produce una pérdida palpable de información entre las sombras, pues en aquellas zonas en las que se alcanza el mínimo valor de luminosidad es imposible establecer matices entre unos pixeles y otros.
Fotografía Sobreexpuesta. En esta ocasión, el histograma está «volcado» hacia la derecha, siendo mínima la existencia de sombras en la imagen, de manera que la parte izquierda del histograma queda totalmente despoblada. En este tipo de fotografías con excesivas luces, se denomina zonas quemadas a aquellas zonas que han alcanzado el máximo rango de luminosidad. En estas zonas es imposible observar matices, pues todos los pixeles han tomado el máximo valor posible dentro de la escala. Esto supone una clara pérdida de información en la fotografía.
Fotografía Expuesta Correctamente. Cuando el histograma cuenta con una distribución más homogénea, en la que se ha aprovechado todo el rango de luces y sombras que es capaz de captar una cámara y no hay preponderancia de luces o sombras, podemos decir que la fotografía está correctamente expuesta.
¿Qué sucede si el histograma no se encuentra balanceado correctamente?
Si no obtienes una gráfica perfectamente equilibrada y con suficiente frecuencia en todas las zonas, estás haciendo algo mal y la foto no está bien expuesta. La verdad es que eso es cierto en muchos casos, pero falso en otros tantos.
La exposición, como tantas otras cosas, depende de las características de la escena y, para ilustrar esto te voy a mostrar un ejemplo en el que podrás ver que, a pesar de que la imagen está correctamente expuesta, el histograma no está muy equilibrado:
Con esto, lo único que pretendo es mostrarte que no hay que hacer uso del histograma de forma mecánica, pensando que si no está equilibrado, la fotografía no es correcta y es necesario desecharla. Al contrario, tienes que saber interpretarlo y reconocer cuándo te está avisando de un problema en tu fotografía y cuándo está reflejando, simplemente, la mayor preponderancia en una fotografía de tonos claros u oscuros, como en este caso. Algo que, por otro lado, refleja fielmente la realidad de la escena.
Recuerda que si has tomado una fotografía y ves que el histograma no se encuentra correctamente balanceado, puedes terminar de hacer algunas correcciones en algún programa de edición tal como Camera RAW, Photoshop o Lightroom y terminar de balancearlo si es que lo deseas.
Estaré leyendo tus comentarios para saber qué te gustaría aprender y darte mis mejores consejos fotográficos. También deseo ver tu feedback en mis redes sociales Facebook, Pinterest e Instagram para que estemos siempre en contacto.
Gracias Juan Ignacio por éste artículo muy bueno, ayuda Muchísimo… Bendiciones!!