El mes pasado te propuse un reto, una serie de ejercicios básicos pensados para ir practicando los aspectos más básicos de la técnica fotográfica. ¿Qué tal te fue? ¿los has terminado? ¿Verdad que te han ayudado a aprender?
Si aún no los terminaste ya estás tardando en hacerlo y sí lo hiciste aquí tienes otro reto, una nueva serie de ejercicios un poco más avanzados pero con el mismo propósito, poner en práctica tus conocimientos para que puedas ir desarrollando tus capacidades como fotógrafo. Así que sin más vamos con ellos:
1. Juega con los niveles ISO
Ya sabrás que utilizar sensibilidades altas suele conllevar ruido en las fotografías, pero las cámaras de hoy día se portan bien hasta ciertos niveles. Además, precisamente, te conviene saber hasta qué valor puedes forzar tu cámara sin que el ruido estropee las fotografías finales.
Todo dependerá de la cámara que uses, o más bien del sensor que tenga, así que tendrás que probar a hacer fotos a distintas sensibilidades y también conviene en distintos escenarios. Prueba por ejemplo a hacer una misma foto con 400, 800, 1600 y 3200 ISO y mira los resultados en la pantalla del ordenador ampliando las imágenes al 100%. Si incluso a 3200 apenas se aprecia el grano, prueba con 6400 y así sucesivamente hasta que compruebes cómo va a responder tu cámara si necesitáis echar mano de una sensibilidad alta.
2. Prueba con un retrato
Conseguir un buen retrato no es algo sencillo, pero sí que es verdad que siempre hay amigos o familiares a los que recurrir para ir practicando esta disciplina que se puede hacer tranquilamente en casa.
Para lograrlo hay que practicar bastante y tener en cuenta muchas cosas, pero para empezar te recomiendo un teleobjetivo corto (alrededor de 70 mm), que procures crear un ambiente relajado con el modelo (para ello lo mejor es una conversación distendida), que elijas un lugar cercano a una ventana con buena luz (pero donde los rayos del sol no incidan directamente) y que huyas de los posados exagerados (la naturalidad siempre funciona mejor). Practica y verás cómo es un excelente ejercicio para ir avanzando como fotógrafo.
3. Fotografía una silueta
Lograr una foto en la que aparezca una silueta, sea de una persona o de cualquier otra cosa, es un buen ejercicio que ayuda a poner en práctica los fundamentos sobre cómo se debe medir la luz en la escena. Por si acaso no sabes cómo, esto se consigue retratando al sujeto sobre un fondo mucho más iluminado midiendo la luz en esta zona de forma que la silueta quede subexpuesta.
4. Prueba a tomar una misma foto en horas diferentes
Si eres observador (deberías serlo si quieres ser fotógrafo), seguro que te has fijado en lo diferente que se ven las cosas según la hora del día y la posición del sol. Pues bien, esto puede ser muy interesante para comprobar los diferentes resultados que se consiguen de un mismo sitio fotografiándolo a diferentes horas del día (y la noche). Verás como las diferencias son muchas dependiendo de si se hace la foto al amanecer, al mediodía o al atardecer y esto te ayudará a entender mejor los distintos comportamientos de la luz natural y como saber aprovecharlos como fotógrafo.
5. Entra en el mundo macro
Hacer fotos desde muy muy cerca es algo que llama mucho la atención del principiante y, aunque pueda parecer lo contrario, está al alcance de casi cualquiera. Lo suyo es que utilices algún accesorio especial como una óptica macro, filtros de aproximación o un tubo de extensión, pero para empezar puedes probar enfocando a la distancia mínima de enfoque de tu objetivo. A poco que lo intentes seguro que consigues resultados interesantes y descubres el mundo de las pequeñas cosas.
6. Investiga la clave alta y baja
Otra práctica algo más avanzada pero que puede abrirte muchas puertas es eso que se denomina clave alta y/o baja. Esto es, imágenes en la que hay una clara predominancia de las luces altas o bajas. Para lograrlo, no basta con subexponer o sobrexponer a la hora de hacer una fotografía, sino que la clave es elegir bien el motivo a fotografiar para que todos los elementos tengan tonos similares y una iluminación constante.
Puede ser un entorno muy claro o uno muy obscuro, y luego se puede potenciar usando (a lo alto o a lo bajo) la compensación de exposición, pero elegirlo bien es fundamental. Esta práctica puede ser algo más complicada pero es una excelente manera de afianzar tus conocimientos sobre la exposición.
7. Práctica el equilibrio
A veces ocurre que al hacer varias fotografías con unas especificaciones concretas cambias de lugar y se te olvida volver a medir la luz, lo que provoca que las fotos se estropeen al ser diferentes las condiciones lumínicas. Por eso hay un ejercicio interesante que consiste en hacer que el medidor de exposición de la cámara marque siempre el punto medio (es decir, que marque una exposición correcta) en una serie de tomas con diferentes condiciones de luz.
Para ello haz tres series de cinco fotos en sitios con condiciones lumínicas cambiantes. En las primeras cinco sólo debes variar la velocidad de obturación, en las siguientes solo el diafragma, y en las últimas cinco sólo debes cambiar la sensibilidad ISO.
8. Mejora tu control de la profundidad de campo
Ya conoces los fundamentos de la profundidad de campo, pero aún es algo que puede resultarte lioso. Para mejorar tu control sobre ello hay un ejercicio que puede ser muy útil. Busca cuatro objetos, una flor, una farola, un edificio y una piedra, y fotografíalos con mucha y con poca profundidad de campo (siempre con el protagonista enfocado claro). ¿A que te resulta útil?
9. Haz retratos de desconocidos
Ya has practicado con retratos de amigos y familiares en un entorno seguro, pero ahora ha llegado el momento de salir a la calle y empezar a perder el miedo de fotografiar a la gente. Si eres tímido te costará pero te aseguro que va a ser gratificante. Por cierto, si te preguntas si deberías pedirles permiso, puedes hacerlo si quieres, pero piensa que siendo así perderás la espontaneidad del sujeto. Así que si alguien te parece interesante haz la foto y más tarde habrá tiempo de disculparse o, en el peor de los casos, borrar la foto.
Por cierto, si te preocupa el tema legal debes saber que normalmente no hay problema por fotografiar a alguien que esté en la calle o en un lugar público. Otra cosa será si quieres usar la foto para fines comerciales o de otro tipo, en cuyo caso necesitarás permiso del fotografiado.
10. Práctica con la ráfaga y el disparo único
Como ya sabrás, si tu cámara tiene una buena ráfaga y la utilizas con algo que se mueve normalmente conseguirás una secuencia de fotos que recoge todo el movimiento (si las pasas rápidamente una detrás de otra parecerá un vídeo). Pues bien, gracias a esto puedes elegir la foto más interesante de todo el movimiento (esto lo usan mucho los fotógrafos de deportes, por ejemplo), pero lo que te propongo es que trates de lograr esa misma foto pero con un disparo único.
Por ejemplo imagina un ciclista que pase ante ti. Si disparas en ráfaga podrás elegir la foto en la que el sujeto aparezca justo en el medio de la foto, pero si haces un disparo único tendrás que ser muy hábil para capturarle justo ahí. Tranquilo, no hace falta que lo consigas a la primera, practica todo lo que necesites…
¿Qué tal? ¿Lo has conseguido? Deja tu comentario debajo!
Como siempre espero que este artículo te haya resultado interesante y te sirva para aprender y poner en práctica lo aprendido.
¡Hasta la próxima!
Juan I. Torres
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En primer lugar darte las gracias por estos tutoriales, son muy buenos y se aprenden mucho.