Me quiero asegurar de que marchas por el buen camino, y para eso déjame enseñarte aquello en lo que la mayoría de principiantes falla. Si realmente te interesa la fotografía, esto no será difícil.
El modo manual
Por supuesto, el modo automático es más cómodo. Pero con este modo es la cámara quien decide qué foto se ha de tomar. Tu cámara no puede distinguir entre un niño sonriente o un anochecer en la playa… ella sólo es una máquina y no sabe qué está fotografiando. Cuando disparas en modo automático, la cámara simplemente realiza un cálculo, una medición de luz, y compone la imagen según su mejor cálculo posible.
Pero lamentablemente, esos cálculos no siempre coinciden con lo que el fotógrafo ve con sus propios ojos, y con la imagen que le gustaría obtener. ¿Cuál es el problema? No hay ningún problema, es sólo que la fotografía es arte, y no matemática.
Si de verdad quieres aprender fotografía, debes comenzar a confiar en tu propio ojo crítico. ¿Te gustan los colores que ves? ¿Los ángulos? ¿Los contrastes? Olvídate de si tu cámara indica buena exposición (iluminación) o mala exposición. ¿Qué ves tú?
El modo manual es la única manera de obtener el color que deseas, el contraste, la iluminación, el ángulo… y resaltar la parte principal de la fotografía.
Si sólo quieres presionar un botón, entonces no necesitas aprender fotografía. Componer una imagen es similar a componer un cuadro, hay variables por considerar, y depende que tanto esfuerzo le pongas, son los resultados que obtendrás.
En síntesis, no se puede aprender fotografía con modos automáticos! Es necesario que aprendas a controlar los parámetros de exposición, equivocándote una y otra vez (y estropeando muchas fotos), mientras aprendes de ello.
Ya deberías estar poniendo el modo M (manual) en tu cámara. Con este modo eres tú quien controlará la apertura, la velocidad y el ISO. Practica hasta que consigas buenos resultados, aunque eso implique perder muchas fotos en el camino (y algo de tiempo, claro).
Pero déjame darte un consejo, practica en modo Manual sólo cuando tienes tiempo y estás relajado. Este modo te obliga a usar tu cabeza, reflexionar sobre lo que estás haciendo, y si estás apurado no aprenderás nada. Es más, hasta puede ser contraproducente, te frustrarás rápidamente. Tienes que tomártelo con calma.
Y si crees que no estás listo para saltar al modo Manual, utiliza los modos de prioridad, AV y TV en Canon, y A y S en Nikon, los cuales te permiten controlar una variante, velocidad o apertura, y dejar la otra en modo automático. Estos modos te permiten concentrarte en perfeccionar o bien la apertura, o bien la velocidad, cada una por separado.
No obstante, para las ocasiones clave, en que te quieras garantizar buenos resultados, como una celebración o un evento especial, y aún no te desenvuelves bien con el modo M, o los modos de prioridad, puedes usar el modo Auto. Nada va a pasar, el mundo no se va a terminar.
Ahora bien, si realmente quieres aprender fotografía, cada vez que tengas tiempo practicarás en modo Manual y pronto descubrirás algo que muchos desconocen… que manejar la cámara en Manual es casi tan sencillo como en automático, pero con la ventaja de obtener fotografías profesionales de calidad.
Dominar lo básico
Tu cámara tiene montones de botones y tu manual montones de páginas. Sin embargo, muchas cosas son inicialmente prescindibles, y merece la pena ir avanzando de forma paulatina y ordenada.
Comienza con lo importante, y deja lo demás para más adelante, que no hay ninguna prisa:
Lo primero y principal, debes aprender a controlar la exposición mediante la apertura (del diafragma) y la velocidad (del obturador). Ellos son los que controlan la cantidad de luz que ingresa en tu cámara y debes saber cómo dominarles.
Aunque la sensibilidad ISO tradicionalmente (herencia de las cámaras analógicas) no se le ha dado tanta importancia, a efectos prácticos, tiene la misma que los otros dos. Sólo que es doblemente fácil de configurar (en la mayoría de los casos vas a dejarlo en 100 o 200).
Olvídate de opciones avanzadas… de los modos de enfoque, tipos de medición de luz, de los menús interminables, la compensación del flash, etc etc. Comienza dominando la exposición, sólo la exposición y no te satures con otros elementos. A fin de cuenta, esta es la base misma de la fotografía.
Ya cuando necesites un poco más, aprende a identificar los distintos tipos de luz a tu alrededor y a configurar el balance de blancos para que tus imágenes representen los colores de la escena de manera fiel y realista (y no se vean muy azuladas o anaranjadas).
Luego si puedes ocuparte de la composición de tus tomas. Aprende a seleccionar un punto de interés en tu escena y a encuadrar sin que sobre o falte información.
Si te lo propones…
Si te propones seguir los pasos recomendados para una exposición y composición adecuada cada vez que salgas a fotografiar, pronto lo incorporarás naturalmente y notarás grandes diferencias en tus imágenes. Pero este es un proceso gradual, hasta puede llevarte varios minutos hacer cada disparo.
Enfrenta cada etapa de manera relajada, tomate el tiempo para practicar cada una de estas cosas y asegúrate de incorporarlas correctamente. Luego habrá tiempo para el resto, por ahora piensa que necesitas comenzar con el pie derecho y nada más.
Mucho éxito,
Juan Ignacio Torres
Mi mayor problema lograr buena exposición en mis fotos