Ya sea que te inicies ahora en la fotografía, o bien tengas años de experiencia, debes saber que todas las cámaras tienen un rango de temperatura para un funcionamiento óptimo. Así es, al igual que cualquier dispositivo electrónico. Este rango de temperatura suele estar (según modelo y fabricante), entre los 0º y los 40º C. ¿Y qué sucede fuera de estas temperaturas? Funcionará, pero seguro te encontrarás con problemas más serios que un disparo lento, por ejemplo. Así que si te preocupa el cuidado de tu equipo, quédate conmigo en esta nueva clase para aprender cómo proteger tu equipo fotográfico y prevenir ciertos problemas a la hora de fotografiar en bajas temperaturas, así cómo también a solucionarlos si quieres capturar lo positivo que trae fotografiar en días de frío o con cambios de temperatura.
Entonces… ¿Cómo debes proteger tu equipo fotográfico en condiciones de adversidad?
Los problemas que pueden surgir
Es posible que a temperaturas muy bajas, tu cámara no funcione normalmente, que la pantalla LCD no se active o no funcione bien y tengas que elevar la temperatura de la cámara. Esto no significa que la pongas encima de un radiador, pero sí puedes quedarte en algún lugar cerrado donde la temperatura sea mayor, por ejemplo. Pero los problemas que más te vas a encontrar están relacionados con la batería y con la condensación.
Batería
Con el frío, las baterías rinden mucho menos que cuando lo hacen normalmente, y notarás que tienen menos autonomía. Además, tardan más tiempo en cargar. Ante esto, las mejor solución es la más básica, llevar baterías extra, para no quedarte sin carga en el mejor momento. Otra opción es, que mientras no la utilices, las lleves pegadas al cuerpo o, por ejemplo, en un bolsillo del abrigo (si es interior mejor). Tu propio calor la protegerá del frío y aguantará más. Ponla en la cámara cuando la vayas a usar únicamente.
Cuando se agote la de repuesto, si has tenido la previsión de mantener la otra cerca de tu cuerpo, vuelve a probarla, porque es muy probable que te permita realizar unos cuantos disparos más. Es que el frío las deja aletargadas pero con el calor vuelven a funcionar un tiempo más.
Condensación
Si usas lentes seguro que sabes lo que es entrar a un ambiente muy cálido desde la calle con mucho frío y que se empañen los cristales. Esto es lo mínimo que le puede pasar a tu cámara (mejor dicho al objetivo) con un cambio de temperatura muy brusco. Pero tranquilo, que este problema es temporal, no podrás hacer fotos durante unos minutos solamente.
¿Pero qué pasaría si tu cámara comenzara a transpirar por ejemplo? Esto ocurre cuando la humedad del ambiente se condensa en la cámara. Aunque puede asustar mucho, no es grave si la condensación es externa, sin embargo, una condensación interna puede estropear tu cámara por ejemplo. Pero de nuevo, no te asustes, esto no es muy frecuente, pero hay formas de prevenirlo.
No se trata de que tu cámara entre en modo «hibernación» en invierno como hacen algunos animales, sino que simplemente debes tomar algunas precauciones necesarias.
Algunas de estas medidas son:
- Poner en tu mochila algunas bolsas de sílice (esas que vienen en las cajas de zapatillas deportivas o en lasbilleteras o accesorios de cuero por ejemplo. Esto ayudará a absorber la humedad general del equipo.
- Envolver la cámara en una toalla o prenda re ropa de algodón antes de guardarla en la mochila.
- No sacar la cámara de la mochila inmediatamente al cambiar de temperatura, dejar que poco a poco se vaya adaptando a la temperatura del ambiente. Colócala lejos de cualquier fuente de calor. Puedes abrir la mochila cuando pase un rato y dejar la cámara otro rato más hasta que notes que ya no está fría cuando entres en un espacio más cálido (o al revés).
Lo importante es que el cambio de temperatura no sea muy brusco, por lo que cualquier solución que sirva para que el cambio sea gradual (y que no sea agresiva para el equipo), será bienvenida. Cuando vuelvas a casa, no olvides sacarla de la mochila hasta pasadas un par de horas. Aunque tengas que luchar contra la emoción de revisar las fotos, mejor será que esperes un rato antes de comenzar a seleccionar y editar tus fotografías.
Golpes
Además de la condensación y del funcionamiento de las baterías, debes tener en cuenta que con temperaturas de -20º C o menos, el metal y algunos plásticos se vuelven más frágiles, por lo que si reciben un golpe fuerte pueden agrietarse. Si normalmente tienes cuidado de no golpear el equipo o de que no se caiga, con condiciones de frío intenso debes extremar aún más estas precauciones.
Nieve
Si vas a fotografiar con nieve, procura usar alguna funda o bolsa impermeable para que la cámara no se moje y el daño sea mucho más grave que unos pies congelados. Porque esos copos de hielo congelados acaban convirtiéndose en agua, principal enemigo de tu equipo fotográfico.
Puedes también utilizar una mochila impermeable o al menos una funda impermeable para cubrirla. Si no, corres el riesgo de caer al agua con equipo incluido, una que incluya funda te servirá. Puedes también utilizar alguna gorra de baño o bolsa plástica con cierre hermético (esas que van al congelador de tu nevera, por ejemplo), para simular una bolsa estanco para tu cámara.
Niebla
No puedes perder la oportunidad de fotografiar la niebla matutina por miedo a estropear tu equipo. Es demasiado mágica para ello y tu equipo puede ser protegido con una bolsa como con la nieve o envuelto en una camiseta o paño. También es buena idea secar la cámara de vez en cuando para protegerla de tanta humedad.
Y si no has podido esperar y la emoción de descargar las fotos o revisar esa fotografía que has logrado y te ha encantado a tal punto que has sacado la cámara de la mochila, y te das cuenta que la misma es una catarata de agua, tranquilo. Primero y ante todo, no vuelvas a generar un cambio brusco de temperatura y salgas a la calle para volver a enfriarla. Respira profundo y sigue estos pasos que te aconsejo:
- Saca la batería del equipo.
- Abre todas las tapas que puedas.
- Quita las tapas de los objetivos.
- Seca, por fuera, con un paño suave la cámara y los objetivos.
- Colócalos cerca de una fuente de calor, no demasiado cerca, pero lo suficiente para que les llegue algo de calor y que se pueda ir evaporando el agua. Déjala el tiempo necesario para ello.
Tú estás primero
Suena bastante lógico que quieras proteger tu equipo a toda costa ante bajas temperaturas y el frío pero ¿has pensado cómo se te pueden quedar las manos después de varias horas a temperaturas por debajo de los 0º C? Procura utilizar unos buenos guantes de los que permiten dejar un par de dedos libres, porque si te los tienes que estar quitando y poniendo de nada sirve llevarlos.
Recuerda que con frío muy intenso, el metal se adhiere a la piel y a la hora de despegarlo es un proceso muy doloroso, de ahí la importancia de los guantes y de tener cuidado al acercar una cámara de metal cerca de la nariz o los pómulos. Un buen abrigo, un gorro térmico, y calzado acorde jamás estarán de más. Recuerda que tu equipo es importante, pero tú más.
Espero que la nota del día de hoy haya sido de gran ayuda y decidas exponerte a otras temperaturas y a fotografiar en condiciones adversas, siempre lograrás buenos resultados si te lo propones. Te espero también en mis redes sociales Facebook, Pinterest e Instagram para que estemos siempre en contacto.
…Interesante clase, gracias por compartirla. Felicidades Juan.